En caso de que no podamos construir un invernadero, tenemos la posibilidad de aplicar otras soluciones para proteger a nuestras plantas. La plantación de caballones consiste en cultivar aprovechando la pendiente del terreno, siempre orientado al sur. De este modo, evitaremos que el agua quede estancada y el suelo ganará unos grados de temperatura. También podemos crear pantallas de protección naturales aprovechando plantas más grandes para que sirvan de abrigo a las más frágiles y pequeñas creando así un escudo de protección natural. Los muros de piedra también nos pueden servir de recolectores de calor. Cuanto más oscuro sean estas instalaciones mejor. De esta forma, podemos trasplantar cerca de ellos las esepcies más vulnerables para que se beneficien de ello. Por último, debemos añadir una capa de compost en el tallo o el tronco de plantar: también nos servirá para retener el calor del suelo.